Amador Sánchez Quinteros es parte de una familia chilena que respira hípica hasta los tuétanos. Nació en Santiago, el 09 de agosto del 91, y su niñez transcurrió entre el colegio y el disfrute de las carreras en Hipódromo Chile, Club Hípico y Valparaíso. “Desde que tengo uso de razón, estoy en esto, es que las carreras traen una adrenalina única, incomparable”, refirió.
Su vivencia en el turf ha sido tan exitosa como intensa. “Mi padre Emilio Sánchez es dueño de caballos toda la vida, con el Stud Súper Súper, muchos buenos caballos y en sociedad, luego vino un triple coronado: Cariblanco”, cuya campaña la guió hombro a hombro con su hermano, también entrenador, Rodrigo Sanchez.
Amador ha sido deportista, nada menos que defensa de la Universidad de Chile, en el fútbol profesional, hasta que que una severa lesión en la rodilla, rotura de ligamentos, relegó esos sueños para dar paso a una conexión más íntima con la hípica. “A los 19 años, ya era asistente de mi hermano Rodrigo, con el día a día de 80 caballos”, señala una etapa que se prolongó por al menos siete años.
”Cuando Cariblanco ganó la triple corona en Hipódromo Chile, estaba a mi nombre como trainer, pero fue un logro, de trabajo en equipo, con mi hermano Rodrigo”, enfatiza sobre el campeón que posteriormente fue vendido para proseguir campaña en Arabia.
“Ese caballo era co- propiedad de mi padre, así que la felicidad fue tremenda. Pero, también me dejó una experiencia tremenda, pues inicialmente se mostraba como un sprinter un velocista, pero al final lo fuimos alargando y pudo ganar en 2,200 metros, dándole la oportunidad de desarrollar su verdadero potencial”, precisó.
UN NUEVO PLAN. Era finales del 2018 y unas vacaciones en Miami, Florida, cambió por completo su ruta de vida. “Mi esposa estaba embarazada y tuvo una complicación, así que el médico recomendó quedarnos acá, hasta después del parto”, dice Sánchez, una espera que fue aderezada con visitas frecuentes a Gulsftream Park, involucrándose con la dinámica de la hípica más desarrollada del mundo.
”Gracias a Angel Quiroz, también trainer chileno, comencé a claimear caballos y los resultados fueron buenos. Creo que fue Driven By Thunder, el que abrió el camino”, mencionó al castaño que le permitió ganar su primer stakes.
Naturalmente, al poco tiempo, Amador Sánchez optó por probar suerte en Miami como trainer y vino un trabajo en equipo con otro chileno , Héctor Berríos, que también se iniciaba el el referido circuito. “Ganamos debutando en Gulsftream Park(Con Secret O’Life en Mayo del 2019), y desde ese entonces fueron muchas victorias, había enorme confianza entre los dos, él conocía mis caballos y, además, se fue formando una amistad, que sigue vigente”, reconoce.
Luego de cinco temporadas en Estados Unidos, Amador Sánchez suma 157 victorias, a la fecha, un número importante para quien se ha manejado con pocos ejemplares a su cargo. “Tuve como tope unos 40 ejemplares, ahora me manejo con mucho menos. Es que al yo ser deportista, miro al caballo como tal y cada uno requiere un trato individual, eso también exige tiempo y dedicación”, asume.
En este trayecto, Sánchez también fue puente para que caballos chilenos vinieran a competir a Estados Unidos con resultados positivos. “No solo era traer al campeón, es que el caballo chileno es competitivo aquí”, suelta algunos nombres: Mi Tres Por Ciento, Lagertha, Súper Ocho, Todo Fino y recientemente Abrir Caminos, algunos de impacto clásico.
”He podido participar en la Breeders, con Súper Ocho, entramos sexto de Elite Power en la Sprint”. También llegó con un invicto, Graceful Kitten, a la Juvenile Turf y con Lagertha encontró figuración en el Franklin County Stakes (G3) en Keeneland, en la tarde de criadores. “Han sido con cotizados 30 o 50 a 1, y hemos estado allí”, dice con cierto orgullo el chileno que aguarda por dar esa estocada. “Espero ganar una de estas carreras, siempre depende de la calidad de caballos que tengamos para aterrizar esas aspiraciones, pero es mi anhelo”.
Constancia y disciplina, virtudes que abraza para mantenerse a flote en un sistema resultadista. “Me siento cómodo en Miami, pero nunca he tenido miedo a salir”, dice en referencia al manejo de su caballada, con la que se ha trasladado para competir en meetings tan difíciles como Del Mar, California y llevar también a sus caballos a vencer en pistas como Fair Grounds, Oaklawn Park, Delta Downs, entre otros hipódromos.
En este camino lo han acompañado inversiones del Súper Súper, Matriarca, Viejo Perro, Don Alberto, Vendaval, Arturo Vidal, Jockey, sumándose otros clientes latinos como el Gelfestein Farm, Baalbek Corp, Auricchio and Jacobson y norteamericanos representados en el Amaty Racing Stables. “Esto es un trabajo en equipo, detrás de mí, en el establo, hay gente que también dedica su tiempo para competir y ganar, siempre lo intentamos”, concluyó.